Superado el ecuador del presente certamen nacional, que tiene al equipo como líder con 29 puntos, Cristian Díaz (entrenador de Wilstermann) señaló que el Aviador es un desafío grande para su carrera y lo equiparó a Independiente de Avellaneda (Argentina), club donde militó como jugador y director técnico, y que ganó siete ediciones de la Copa Libertadores de América.
El estratega expresó su satisfacción por el desempeño que el Hércules mostró luego de 13 partidos, de los que ganó 9, empató 2 y perdió un par; habiendo anotado 25 goles y recibido 11, con la valla menos vencida del torneo.
Más allá de los elogios y críticas que ha recibido por parte de la fanaticada del club y el periodismo deportivo qhochala, los resultados que Wilster obtuvo en el Clausura dan crédito al argentino, que salió campeón el año pasado con el Santa Tecla de El Salvador.
Asimismo, Díaz contó su experiencia y vivencias que lo llevaron a tomar la carrera que actualmente ejerce como entrenador; así como sus pasatiempos, cosas que le llamaron la atención de Cocha; en una entrevista exclusiva brindada al programa radial Deporte Central.
P: ¿Es Wilstermann el mayor reto de su carrera como DT?
R: Es un desafío grande. Yo lo equiparo a Independiente porque Wilster es un grande en el fútbol de Bolivia y el equipo de Avellaneda también lo es. Además, está el rojo que a mí me queda muy bien (sonríe). Es un club de objetivos fuertes y eso me motiva bastante. Esperamos el apoyo de la hinchada para la segunda parte del torneo.
P: ¿Cómo nace su pasión por el fútbol?
R: Era muy chico. Iba a las canchas de barrio en la Argentina. Mi abuelo paterno, que en paz descanse, fue alguien bastante futbolero. Recorrí varios estadios y así nació mi pasión por Independiente como hincha, a mis seis años. Siguiendo el consejo de mis padres y sin dejar de estudiar, me dediqué a entrenar y fui a probarme al Rojo de Avellaneda a mis 12 años. Quedé en las divisiones menores y ahí pude emprender mi carrera de jugador profesional que en 2009 terminó con Arsenal de Sarandí tras 17 años de trayectoria.
117 Días (incluido hoy) lleva el estratega argentino Cristian Díaz en el cargo de entrenador del Imperio Escarlata, actual líder del Clausura.
P: En algún momento de su carrera de futbolista , ¿ya sentía el deseo o motivación de ser director técnico?
R: Cuando volví a la Argentina, fui a Olimpo y luego Huracán (2007. En el Globo tuve a Antonio el Turco Mohamed como entrenador. Conocí cosas diferentes a las habituales. En Italia (Udinese), todo era muy táctico. En el fútbol de España (Mallorca y Levante), buen pie. El Turco me hizo conocer muchas cosas que aprendió en su paso por el fútbol mexicano y ahí, si bien ya tenía algo en la cabeza; como que terminé de definir hacia dónde quería rumbear. Luego, acabé mi carrera de jugador. Hice el curso de entrenador mientras jugaba. Me gustaba ver entrenamientos de mi equipo o escuadras de amigos míos con su permiso y así fui forjando el entrenador que soy hoy, que dista mucho del que inició porque siempre busqué perfeccionarme con humildad, seriedad y simpleza. Me equivoqué, pero también acerté y espero que con el paso de los años haya más aciertos que desaciertos.
P: ¿Quién es su espejo como DT?
R: Yo siempre respondo lo mismo. He tenido muy buenos entrenadores y he visto trabajar a muchos entrenadores. Miro mucho fútbol, pero desde muy joven, decidí no poner un nombre propio por encima del resto porque cuando te identificas con un colega que admiras mucho, la prensa espera que tu equipo juegue como lo hace el de ese otro director técnico y no siempre es posible porque todos somos distintos. Entonces, a partir de un “no muy buen rendimiento” en comparación con esos entrenadores, pueden surgir críticas.
¿Cómo define su filosofía de juego?
R: Creo mucho en el trabajo y el grupo humano. Si uno logra fusionar ambas cosas, el margen de éxito crece y el de error baja. Me siento identificado cuando mi equipo hace buenos partidos a partir del juego. Me agradan los jugadores de buen pie. No soy un revolucionario de hacer algo sí o sí. Me gusta que el equipo salga jugando cuando se puede. Al no ser posible, hay que buscar otros caminos.
P: ¿Qué le sorprendió o llamó la atención del fútbol boliviano y el entorno que rodea a Wilstermann?
R: Me llamó la atención la la infraestructura de estadio del fútbol de acá y que la técnica del jugador boliviano no haya sido trabajada de mejor manera antes. Me parece que el futbolista de aquí tiene un gran potencial. Es una geografía compleja que nos hace evolucionar como entrenadores porque necesitas pensar una estrategia diferente para cada partido y así avanzar.
P: ¿Cómo hace Díaz para llegarle al jugador?
R: Para mí, el ser humano está antes que el futbolista. La disciplina es muy importante para nosotros. No creo en el látigo. Creo en el convencimiento y la reciprocidad. Si uno se maneja con claridad, yo puedo decirle a un futbolista: “No vas a jugar porque no te veo bien”. Es muy diferente a intentar ponerle un moño a los futbolistas. Así me manejo.
P: ¿Cuáles son sus pasatiempos?
R: Cristian Díaz vive en Tiquipaya con su amigo Gastón (Ramondino, su ayudante). Llegamos de entrenar. Solemos almorzar, descansar y a la tarde trabajar. Estamos encantados con la geografía hermosa de Cochabamba y su paisaje. No nos cansamos de admirar aquello porque en Buenos Aires no tenemos esta geografía. Soy una persona muy casera. Me gusta mucho estar en mi casa. Por eso, cuando buscábamos vivienda, un apartamento me resultaba muy cerrado y chiquito. En casa hay un patio grande con una parrilla. Acá en Bolivia, nuestros grandes compañeros son el mate y el asado. Veo mucho fútbol y circunstancialmente miro la serie española La Casa de Papel.
P: ¿Qué le agrada de Cocha?
R: Me encantó el charque. También me gusta el pique macho. Asimismo, las pizzas y pastas
Fuente OPINIÓN BOLIVIA
